Recordatorio: ¡los niños necesitan jugar!

En nuestro centro entendemos que jugar todavía es un elemento fundamental de la niñez y es bueno para los pequeños de cualquier edad. Es como comer verduras, pero considerablemente más entretenido.

El verano es un magnífico recordatorio de la alegría que se siente en el momento en que los pequeños corren, juegan, exploran y se entretienen.

Los pequeños que juegan cuando menos una hora cada día son mucho más creativos y tienen mucho más aptitud para hacer múltiples tareas . Es verdad que los pequeños precisan jugar para estudiar y relajarse, pero asimismo para medrar y realizarse; precisan un género de juego no estructurado, que no requiera planificación: salir a correr por los aledaños, jugar a juegos habituales sin juguetes…

La relevancia del estudio lúdico para los pequeños es imposible menospreciar, ya que los juegos son una fácil frivolidad: mejoran la composición y función del cerebro y fomentan la función ejecutiva (el desarrollo de estudio, en vez del contenido), que nos deja perseguir objetivos y también ignorar las dispesiones.

Jugar es primordial, singularmente conforme se hace más rápido la rivalidad de los juegos generados por las novedosas tecnologías. Deseo decir, ¿qué ocurriría si todos jugásemos con nuestros hijos a lo largo de una hora cada día con solamente que unos pocos juguetes o si fuésemos todos al parque?

Progresar las capacidades a través de el juego asiste para ignorar las dispesiones. El juego asiste para crear los cerebros de los pequeños dando permiso mejores capacidades de función ejecutiva, optimización las capacidades académicas y disminuye los impactos negativos del agobio . En último término, crea pequeños mucho más resistentes. El tiempo de ocio, el tiempo de jugar en el patio, jugar con los progenitores, hermanos o amigos es imposible sustituir con tecnología o con deberes. Los cambios culturales donde los progenitores trabajan mucho más, donde hay menos espacios seguros para jugar y las dispesiones digitales están limitando las chances para que los pequeños jueguen.

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El planeta de hoy pide poco a poco más preparación académica, cosa que transporta a muchas familias a centrarse en ocupaciones extraescolares diseñadas para prosperar los desenlaces académicos de sus hijos y hacer futuros mayores “muy preparados” (desde prescolar). Pienso que esta presión habría de ser reemplazada por un tanto mucho más de recreo y juegos al aire libre .

La curiosidad y la exploración desarrollan novedosas capacidades desde los 4 a los 6 meses de edad hasta la adolescencia. Los pequeños de manera frecuente se sorprenden con logros casuales mientras que juegan. Ganan seguridad y alegría, pero asimismo capacidad en el hallazgo . Está claro que en el momento en que juegan con un padre o madre, los pequeños experimentan alegría que asiste para regular la contestación de agobio del cuerpo. El juego no estructurado a cualquier edad incentiva la imaginación y también impulsa novedosas capacidades y maravillas.

El juego se encuentra dentro de los regalos mucho más esenciales que compartimos con nuestros hijos. Deseamos que nuestros hijos tengan un tiempo de juego sin limites sin márgenes ni limitaciones. Deseamos que nuestros pequeños tengan la ocasión de jugar de manera creativa desde el comienzo y sin pantallas, ni estruendos, sino más bien con “juguetes reales”, como bicicletas, legos y muñecos. Es evidente y verdadero que lo que mucho más precisan nuestros hijos es nuestra atención completa, tiempo para jugar y un espacio en el hogar para relajarse y vaguear.

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