Mononucleosis infecciosa o la enfermedad del beso

La mononucleosis infecciosa, asimismo famosa como patología del beso, es una patología viral muy recurrente en la niñez y adolescencia que puede ocasionar síntomas similares a la gripe, fatiga, mal al tragar y placas en la garganta similares a la amigdalitis.

La mononucleosis es más habitual en jovenes y mayores jóvenes. Es muy infecciosa y se extiende mediante la saliva, por eso popularmente se conozca esta patología como “patología del beso”.

¿Cuáles son los síntomas de la mononucleosis infecciosa?

A lo largo de los primeros días, los síntomas se semejan bastante a los de una amigdalitis y tienen la posibilidad de cambiar de un tolerante a otro, pero los mucho más usuales son:

  • Fiebre
  • Mal de garganta y placas
  • Fatiga extrema
  • Mal corporal
  • Inflamación del hígado/bazo

Los síntomas acostumbran a perdurar de 2 a 4 semanas, si bien ciertos pequeños y jovenes prosiguen sintiéndose cansados a lo largo de mucho más tiempo.

¿Qué causa la mononucleosis?

La causa más habitual de la mononucleosis infecciosa es el virus Ebstein Barr; en otras ocasiones, es un citomegalovirus; y en otras ocasiones, es un toxoplasma. Se extiende a través del contacto con la saliva: chupetear juguetes, comunicar vasos y cubiertos, besos… Los jovenes y mayores jóvenes son un 50% mucho más propensos a desarrollar mononucleosis infecciosa y los síntomas son mucho más acusados.

Al tratarse de una patología infecciosa, es esencial sostener una aceptable higiene y lavarse las manos recurrentemente.

¿De qué forma se diagnostica la mononucleosis?

Normalmente, esta patología se diagnostica basándonos en los síntomas y un examen médico. Es viable corroborar el diagnóstico a través de una prueba concreta en sangre, pero exactamente la misma sucede con la varicela, solo servirá para corroborar que pasó.

¿De qué manera se habla la mononucleosis infecciosa?

No hay un régimen concreto, ni vacuna precautoria: unicamente se tienen la posibilidad de tratar los síntomas, que van a desaparecer en algunas semanas. Las sugerencias pediátricas para contribuir a la restauración son:

  • Bastante reposo
  • Tomar bastante líquido
  • Prescripción médica de fármacos para tratar los síntomas como la fiebre o las placas
  • No entrenar ningún deporte hasta el momento en que haya bajado completamente la inflamación del hígado o del bazo
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