¿Cómo lidiar con un niño “mal comedor”?

Las comidas son instantes de sociabilización fundamentales para los pequeños, puesto que les asisten a estudiar a comer mientras que crean vínculos con familiares y amigos.

Comer en un ámbito positivo provoca que los pequeños desarrollen hábitos saludables hacia la comida y hacia ellos mismos. Los progenitores y cuidadores juegan un papel primordial en transformar la hora de comer/cenar en un instante de relax y disfrute.

Pero ¿qué sucede en el momento en que un niño es “mal comedor”? ¿Hasta qué punto debemos estar preocupados? El día de hoy en Centro Pediátrico intentamos de ofrecerte toda la información precisa sobre este tema y te recomendamos a fin de que tu hijo coma bien y tú estés relajado.

¿Qué proporción de comida debe comer mi hijo?

Si tu hijo está sano y tiene un ritmo de desarrollo conveniente, no tienes por qué razón inquietarte. El apetito de la mayor parte de los pequeños es el preciso para su rango de edad y tasa de desarrollo. En torno a los un par de años, varios pequeños empiezan a comer menos. Esto se origina por que el desarrollo comienza a ralentizarse.

Si eres padre o cuidador, tu trabajo radica en proveer a tu pequeño opciones saludables en el momento de desayunar, almorzar, comer, merendar o cenar. Es dependiente de tu hijo elegir qué, cuánto y (de forma frecuente) si se lo va a comer. Percibir sus cuerpos, esto es, comer en el momento en que tengan apetito y parar en el momento en que estén saciados, va a ayudar a los pequeños a desarrollar hábitos alimenticios saludables para toda la vida.

Cada niño precisa una dieta diferente y balanceada con alimentos de los tres conjuntos primordiales: fruta y verduras, cereales y proteínas. Puedes preguntar el producto El plato saludable de Harvard para entender mucho más sobre la nutrición perfecto para los pequeños.

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No es muy probable que tu hijo coma un alimento de cada conjunto en todos y cada comida, con lo que te aconsejamos que intentes integrar estos alimentos durante todas y cada una de las comidas del día.

¿Qué sucede si mi hijo es “mal comedor”?

Los pequeños pequeños con cierta frecuencia pasan por fases en las que se niegan a comer ciertos alimentos: solo desean comer pequeñas proporciones de determinados alimentos específicamente o les cuesta bastante comer pues se distraen en el momento de las comidas. A estas edades, los pequeños mucho más pequeños aprenden a reafirmarse como individuos. Una forma de enseñar su independencia es alimentándose a sí mismos o escogiendo lo que comen.

Igual que tú, tu hijo va a tener días en que le apetezca comer ciertos alimentos, y días en que no. Aun posiblemente no tenga interés en efectuar todas y cada una de las comidas del día. Deja de preocuparte si tu hijo no come bastante un día específicamente, pero cerciórate de que coma variado y alimentos saludables la mayoría de los días.

Es muy habitual que los pequeños pequeños reaccionen de forma negativa frente ciertos alimentos. A ciertos pequeños les cuesta admitir nuevos sabores y texturas. Prosigue ofreciéndoselos y, probablemente, mucho más próximamente o después acabará aceptándolos y disfrutándolos con el pasar de los años. Hacer presión en el momento de las comidas o forzar a tu pequeño a que coma puede, en verdad, ocasionar que se resista a comer a lo largo de mucho más tiempo.

Consejos para contribuir a pequeños “mal comedores”

  • Informa a tu hijo de que vais a comer o cenar unos diez o 15 minutos antes de iniciar. Esto le va a ayudar a “mudar el chip” y a que se mentalice de que llegó la hora de comer.
  • A los pequeños les agrada elegir lo que van a comer. Charla con tu hijo sobre distintas opciones saludables y tiene planeado una comida balanceada. Jura que te acompañe asimismo a realizar la adquisición.
  • Haz que tu pequeño participe en la preparación de las comidas, por servirnos de un ejemplo, lavando la verdura, quitando, sirviendo… Posiblemente hasta se lo pase bien ayudándote a poner la mesa.
  • Comed juntos en exactamente la misma mesa y también procurad que la hora de comer/cenar se transforme en un instante entretenido para sociabilizar. La mayor parte de los pequeños pequeños tienen poca aptitud de atención, con lo que tienes que tener esperanzas realistas sobre cuánto tiempo soportará tu hijo sentado en la mesa. En el momento en que hayáis terminado, quita la comida.
  • Dale la posibilidad de tomar resoluciones saludables en el momento en que resulte posible. Por servirnos de un ejemplo: déjale seleccionar entre 2 géneros de verdura distintas.
  • Da alimentos y comidas variadas y saludables. La mayor parte de los pequeños van a comer lo que precisen, aun su apetitito cambia de un día para otro.
  • En todos y cada comida, dale por lo menos un alimento que sepas con seguridad que le agrada a tu hijo.
  • La mayor parte de los pequeños copian los hábitos del resto. Dale ejemplo a tu pequeño comiendo alimentos saludables.
  • Anima a tu hijo a que pruebe por lo menos unos bocaditos pequeños de distintas alimentos en todos y cada comida.
  • Dale pequeñas porciones de cada alimento. Siempre y en todo momento puedes darle mucho más si se acaba todo cuanto hay en su plato.
  • Si repudia ciertos alimentos o comidas enteras esporádicamente, déjalo.
  • Cíñete a la regla “la cocina continuará clausurada” hasta la próxima comida.
  • Sirve las bebidas solo tras el plato primordial. Mucha leche o agua puede perjudicar al apetito de tu hijo.
  • Impide las dispesiones como teléfonos móviles inteligentes, juguetes, libros, tele u otros gadgets con pantallas a lo largo de las comidas.
  • Proporciona postres saludables, preferentemente fruta.
  • Procura que pruebe alimentos nuevos a lo largo del desayuno. Una vez haya probado un alimento un número preciso de ocasiones, puedes introducirlo en las comidas de otros instantes del día.
  • No uses la comida como recompensa.
  • Amenazar, reñir, sobornar o castigar puede ocasionar en el niño mucho más rechazo hacia las comidas. Los encomios y los ánimos les asistirán a desarrollar opciones por los alimentos.

¿De qué forma puedo educar a mi hijo en hábitos alimenticios saludables?

No etiquetes la comida diciéndole a tu hijo que las tabletas de chocolate son “malas” y las manzanas son “buenas”. Lo destacado es charlar sobre los “alimentos diarios” como la fruta y las verduras, los cereales y el pan… y “alimentos eventuales” (patatas fritas o gominolas) que solo van a poder comerse a veces destacables o ocasionalmente.

¿Es requisito que le dé a mi hijo suplementos vitamínicos?

Las vitaminas son primordiales a fin de que cualquier cuerpo ande apropiadamente. Si tu hijo está siguiendo una dieta diferente, sana y balanceada, no precisará suplementos vitamínicos.

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