La dermatitis atópica (o eccema atópico) es una patología crónica de la piel que perjudica tanto a pequeños como a mayores con una piel en especial sensible. Entre un diez% y un 20% de los pequeños de todo el mundo sufre dermatitis atópica. Así, se transforma en la patología cutánea que mucho más perjudica a los pequeños. Las posibilidades de sufrir dermatitis incrementan con los antecedentes familiares. Si entre los progenitores sufre la patología, el niño tiene un 50% de peligro de contraerla asimismo.
¿Cuáles son sus síntomas de la dermatitis atópica?
Los primordiales síntomas de la dermatitis atópica son: piel seca y descamada, irritación, enrojecimiento, picor y también inflamación. Es recomendable comprender que estos efectos se muestran de forma diferente en cada individuo y en todos y cada etapa de la vida.
En la situacion de los bebés, tienen la posibilidad de enseñar síntomas desde los 2 o 3 meses de vida. Las erupciones acostumbran a manifestarse en la cara, más que nada en las mejillas, el cuero cabelludo y en las rodillas y codos. Es común ver a pacientes jóvenes con piel atópica en otras zonas como el cuello, las muñecas, los tobillos o en los pliegues que se muestran entre los glúteos y las piernas. Las erupciones tienen la posibilidad de manifestarse de repente y ocasionar que la piel se seque y descame. La mayor parte de personas que padecen estos eczemas desde pequeños, lo sobrepasan en el momento en que son mayores.
En el momento en que los pequeños que empiezan a padecer la patología tienen mucho más edad, acostumbran a enseñar erupciones en el cuerpo con zonas descamadas y con picor. La piel tiende a engrosarse y enseñar zonas voluminosas y embrutecidas. En la mayoría de los casos, las ubicaciones mucho más perjudicadas son los pliegues de los codos y de las rodillas, el cuello, las muñecas, los tobillos, y las flexuras que se forman entre las nalgas y las piernas.
La persona que padece dermatitis va a pasar temporadas mejores y peores ligado de distintas causantes como el tiempo, la temporada del año, la hidratación de la piel… Tenemos la posibilidad de distinguir 2 etapas bien distinguidas en esta patología:
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- – La etapa inactiva (o «interbrote»). La piel está muy seca, irritable y descamada. Lo idóneo en este periodo es sostener una hidratación incesante de la piel.
- – La etapa activa (o de «brote»). Es mucho más aguda. Se padecen los síntomas de forma intensa. Debe tratarse con medicación tópica para aliviar la piel inflamada y calmar el picor.
¿De qué forma puedo contribuir a mi hijo?
Si se sufre dermatitis se puede realizar una vida completamente habitual. No se deben tomar medidas poco comúnes. No se contagia. Se puede hacer deporte, proceder a la piscina y tomar el sol con normalidad. En lo que se refiere a la nutrición debe ser como la de cualquier persona.
Basándonos en el Decálogo Europeo de Consejos sobre la dermatitis atópica, les dejamos varios de los consejos básicos que podéis proseguir para contribuir a tu hijo a aliviar los picores y sequedad de su piel:
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- 1. No abrigar bastante a los pequeños, ya que el sudor estimula los picores.
- 2. Cortarle bien las uñas para eludir que no se rasque intensamente produciéndose lesiones.
- 3. No ofrecerle baños ni bastante largos ni con el agua bastante ardiente.
- 4. Sostener la piel hidratada con un emoliente es importante.
- 5. Usar modelos sin jabón para la higiene. Su nivel de PH se acerca mucho más al de la piel y no se acentúa la sequedad cutánea.
- 6. Eludir los alérgenos potenciales: polvo, pelos de animales, ácaros…
- 7. No emplear moquetas, almohadas y edredones de plumas
- 8. Impedir la utilización de materiales como la lana y el nylon para su indumentaria. Tienen la posibilidad de ser abrasivos y ocasionar que la piel sude.
Si empieza a ver varios de los síntomas de la dermatitis atópica en su hijo, es recomendable que solicite cita con su médico a fin de que le dé un diagnóstico seguro. En Centro Pediátrico de Sevilla tenemos expertos en el área de alergologia como la doctoras Laura Pérez Pastor y Mónica Donado Nortes o los doctores Antonio Maraví San Martín y Agustín Orovitg. Tal como todo el aparato de dermatologia del Hospital Viamed.
