En plena época epidémica como estamos, no está de más volver a recordaros cuándo acudir a mi consulta o a urgencias cuando tengáis a vuestro pitufillo/a malito/a con FIEBRE.
Si sois capaces de seguir estas recomendaciones, estoy seguro de que os vais a ahorrar más de un paseíto a las consultas del hospital.
La fiebre está sobrestimada, nos asustamos de manera exagerada ante la presencia de fiebre en nuestros niños y acudimos desesperadamente a urgencias para que vuelvan a decirnos una y otra vez lo mismo: “Tranquilos, seguid vigilando y Paracetamol/Ibuprofeno cada 6-8h si precisa”.
Soy de la opinión de que ese miedo desproporcionado a la fiebre podéis y debéis controlarlo.
No tiene sentido que huyamos buscando a un pediatra que pueda vernos a nuestro hijo cuando la fiebre no ha hecho más que aparecer. Hay familias que ponen el termómetro a su hijo y si tienen más de 38 acuden sistemáticamente a urgencias, incluso antes de que haya pasado escasamente una hora desde esa primera determinación. ¡¿Cómo se puede acudir tan rápido al hospital, por favor?! Jajaja. Ahora, eso sí: ¡el niño, mejor imposible! Correteando por los pasillos con una sonrisa de oreja a oreja a pesar de tener 39ºC. ¡Los niños son increíbles! ¡Bendita profesión!
Pienso que ese miedo viene del desconocimiento, de no saber qué vigilar, pues de eso se trata, de conocer exactamente cuándo acudir a urgencias.
Recordad que los procesos infecciosos son evolutivos, las cosas no son cómo empiezan, sino cómo terminan, por lo que debemos prestar atención a los cambios en la sintomatología.
Tenemos que conocer los SIGNOS DE ALERTA que pueden aparecer en cualquier proceso infeccioso y, si aparecen, acudiremos sin dudarlo a que nos valoren al príncipe o a la princesa de nuestra casa:
- Manchas, pintitas rojas que pueden aparecer progresivamente por la piel y que pueden aumentar en número y en extensión. Se denominan petequias, no tienen relieve porque están por debajo de la piel y la manera de identificarlas es que NO desaparecen al intentar estirarlas.
- Vómitos continuos. Alguno esporádico es habitual en el contexto de cualquier proceso infeccioso.
- Decaimiento EXAGERADO/SIGNIFICATIVO. Es normal que cualquier niño malito esté algo más decaído de lo habitual, pero cuando se les baja la fiebre recuperan su estado general casi por completo. Si notamos que nuestro hijo mantiene un decaimiento exagerado aun sin fiebre y de manera continuada, deberemos acudir a nuestro pediatra.
- Siempre acudiremos al pediatra con fiebre en menores de 3 meses
¿Por qué NO debemos acudir al pediatra?
- Por fiebre persistente en las primeras 48h de inicio del proceso. Es normal que los primeros 2-3 días la fiebre aparezca cada 3-4 horas y no desaparezca por completo, es decir, a pesar de administrar los antitérmicos habituales, no baje de 38-38,5ºC y vuelva a subir. Esto no indica gravedad. Nos limitaremos a vigilar los signos de alerta que ya conocemos
- Lo habitual es que a partir de las 72h (+/-24h) los picos febriles se espacien y la fiebre sea menos rebelde al tratamiento, es decir, que tengamos menos picos a lo largo del día y que además baje con más facilidad. Si esto no ocurre así, y la fiebre sigue siendo persistente más allá de los 3 días, deberemos acudir entonces al pediatra.
Estos consejos os pueden servir ahora que llegan los temidos colapsos de los servicios de urgencias, las 3-4 horas de espera para que te digan: “Tranquilos, seguid vigilando y Paracetamol/Ibuprofeno cada 6-8h si precisa, mucho lavado nasal y en 3-4 días estará como nuevo”.
Espero haberos servido de ayuda, ya sabéis que me tenéis a vuestra disposición en mi consulta online a través de la plataforma https://qoolife.com/usuarios/fernando-ferreira-perez. ¡Sígueme en Redes Sociales y en mi web www.pediatrasevilla.es!